23 feb 2010

Señores, nació varón


Estará aplaudiendo todo el mundo en Colombia (y muchos otros en todo el mundo) porque el presidente Uribe haya puesto en su raya a su homólogo venezolano Hugo Chávez durante la cumbre en Cancún (México).

Y yo, tan renuente a aceptar ese comportamiento de chalán peleón que caracteriza a Uribe, muy allá en el fondo de mi alma traviesa, caprichosa y clandestina: he sentido un fresquito. Una sensación interna sana, lo más rica. Comparable acaso a aquella emoción que sentimos cuando nuestro morboso instinto (que evidentemente irracional) se alegra de que le casquen a un violador o cuando una turba le da una muenda a un costeño que coge a trompadas a su mujer. Es el grito de: ¡tome su merecido!

Pero como acá lo más perjudicial es seguir confirmando la tesis de que ya no somos ciudadanos, compatriotas y electores; sino súbditos o hinchas, pues creo que tampoco es momento de hacerle ¡urras! a Uribe. Una diplomacia de un país no puede estar manejada por bravatas de temperamentales y descalificaciones de bocones.

Claro, muy ‘paraito’ Uribe, muy verriondo: “que quiubo pues veneco, que yo no te temo; que vení pa’quí que yo sí te enderezo”, “que sea varón y quédese aquí”… y Chávez que “conmigo no se meta, que cuidaaaooo, que mejor usted se vaya pa’l carajooo”. Estos reencauchados, de la vida real, iban a terminar –según rumores- dándose trompadas afuera del salón como si estuvieran en una fonda paisa y no en una cumbre de honorables presidentes. Al comienzo fue el fresquito, ya después me entró la pena y la vergüenza.

Porque un presidente de altura no se pone a proponerle a otro que se vayan pa’ afuerita a arreglar las cosas como machos. Por más que sepamos que así nació y que este es su estilo (como cuando le metió un puñetazo a su ahora ministro Valencia Cossio, o cuando amenazó a la ‘Mechuda’ con darle “en la cara, marica”), eso no es un comportamiento respetable. Al contrario, totalmente censurable. No imagino a Obama dándose en la jeta con Ahmadinejad, ni a Sarkosy dándole coscorrones a Mugabe, ni a Cristina Fernández dándose de mechonazos con la Reina Isabel, ni a Berlusconi (bueno, de este sí se espera cualquier cosa), pero tampoco a Lula sugiriendo que Evo Morales es mujer (aunque mucho se parece) pidiéndole que ¡sea varón!. En la diplomacia se cortan relaciones, se buscan mediaciones o en último recurso: se tiran bombas. No hay de otra.


Resta, como siempre, esperar que la mediación de los Países Amigos (más parecen hermanos mayores) pueda calmar los humos de estos dos chinos chiquitos, aburridos y peleones. Aunque la responsabilidad no está allá, sino más pa’ acá. Es tiempo que los venezolanos se solidaricen con la historia y le digan al coronel Chávez “oye chamo, ya vete pa’l carajo” y que en Colombia le digamos de una vez por todas a Uribe “también sea varón, ya váyase”.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Querido, Jota: Ojala fuera tan "facil" decirle a Chavez: “oye chamo, ya vete pa’l carajo”. El dinero compra hasta el alma y, en el caso de mi pais, ha logrado callar las miles de voces que, a diario, gritan: “oye chamo, ya vete pa’l carajo”. Deseo que, de ser lo que mas les convenga como pais, Uribe si resulte varon. Con mucho respeto te saluda una periodista venezolana. Buen articulo.

Jota Ochoa dijo...

Cata, gracias por tu comentario. Sé lo difícil que se ha convertido hacer contrapeso en Venezuela. De hecho ese dibujo de Chávez que aparece en la imagen fue una caricatura hecha en mi agenda por Rayma (seguro sabes de ella) quien me comentó lo crítica que es la situación. Pero hay que seguir insistiendo en todos los espacios posibles. De verdad de entiendo y, aunque acá la situación no sea tan dramática, tampoco se está en un paraíso. Un abrazo.
Jota.

Jota Ochoa dijo...

Perdón: Carla.