4 feb 2009
EXTRA: Farc y Gobierno llegan a un acuerdo
La idea la venían contemplando desde hace algunos años de manera silenciosa e independiente (la guerrilla en la selva y el Ejecutivo en Palacio) pero todo indica que, finalmente, limaron asperezas y tomaron la decisión en común acuerdo. “Jodamos a los periodistas que nos hacen daño”, parece que dijeron.
El pacto fija una cláusula precisa apropiándose de un dicho viejo que usó Jesucristo: “quien no esté conmigo, está contra mí”. Sin asteriscos, ni pies de página, ni consideración del medio en que trabaje, salvo que el comunicador no genere mucha opinión y su “silenciamiento” resulte innecesario. Sobre todo cuando se busca optimizar las fuerzas.
La información se confirmó a través del soldado William Giovanny Domínguez, liberado el domingo por las Farc, quien trajo el recado de los guerrilleros: “si los periodistas siguen hablando mal del grupo guerrillero los vamos a secuestrar o les vamos a poner bombas”. Eso, en escuetas cifras, significa que casi la totalidad de los periodistas colombianos y extranjeros (no hay distinción de nacionalidad o género) están en latente riesgo. Digo “casi todos” porque hay unos pocos comunicadores en Anncol que por pedido expreso de la misma guerrilla gozarán de inmunidad. El resto –creo- estamos en desacuerdo con las Farc y especialmente con sus métodos.
El Gobierno, por su parte, continuará con los hostigamientos clandestinos, con las interceptaciones telefónicas, las amenazas anónimas y las descalificaciones personales (estas sí pueden ser en privado o en público) si no contra el periodista, se trasladarán a sus familiares y amigos.
Está todo dicho, como sucede en todo conflicto (aunque se insista que acá eso no existe), la primera baja es la verdad y los periodistas somos el objetivo. Ni Gobierno ni guerrilla quieren periodistas, lo que necesitan son voceros.
PD:
-1- Felicito al comité de organizadores de la marcha del 4 de febrero por su aniversario. Sé de miembros de su organización que han tenido que soportar macabras amenazas, al punto de tener que optar por el exilio. Mi solidaridad para que su manera democrática de obrar con convicción no llegue a ser silenciada por la intimidación.
-2- El testimonio del ex gobernador Alan Jara aún me tiene boquiabierto: su lucidez mental, su precisión, su apasionante relato cundido de anécdotas, su humor que colorea los hechos más dramáticos y oscuros, su voluntad, su sencillez, su tarea en la selva, su reflexión profunda… todo. ¡Qué tipazo y sea muy bienvenido!
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