18 nov 2008

PAÍS CHUZADO




Tengo un amigo periodista que, obsesionado con la idea de que lo tienen 'chuzado' (intervenido telefónicamente), cuando le habla por celular a su esposa tiene la extraña cortesía de saludar a los posibles oyentes.

-"Un beso para ti mi amor y un abrazo para los agentes"-, dice al despedirse. Su mujer ya está acostumbrada.

A mi también, de un tiempo para acá, me viene asechando el pánico de levantar la bocina del teléfono, contestar el celular o hablar por el citófono con el vigilante del edificio. En este país de 'chuzadas' el que esté libre de culpas es el único que puede usar el teléfono. Y puede que yo no toque temas importantes -o comprometedores- por alguno de estos aparatos, pero me estoy volviendo paranoico.

Bajo esta realidad de la que nadie se salva pasa lo de la canción, que Songo grabó a Borondongo, Borondongo grabó a Bernabé, Bernabé interceptó a Muchilanga y es Muchilanga quien 'chuza' a los tres.

Acá chuzan a periodistas, a curas y a 'paras'. Chuzan soldados, policías, celadores, agentes y generales. Chuzan la cúpula de las Farc, a fiscales, a sindicalistas, notarios y voceros internacionales. Chuzan al ex senador Ciro Ramírez haciendo negocios con sus inadecuadas amistades. Chuzan al ex gobernador del Valle, al del Cesar y al de Cundinamarca, que era un excéntrico cazador de animales. Chuzan a 'Don Diego' y su banda, y chuzan al hermano de sangre del ministro Valencia aceptándole moto a esa banda. Chuzan a todos. Pierden su tiempo, incluso, chuzando a negociadores de paz que, como se sabe, jamás dicen nada, ni sirven de nada.

Chuza don Berna comprometiendo a la Corte, chuza Nancy Patricia a sus investigadores, chuzan al Das, chuzan los narcos a sus bandidos soplones. Chuzan a las familias de los secuestrados, chuzan también al profe Moncayo y a todos los chuza el ministro Juan Manuel Santos.

Chuzan al propio Presidente amenazando con darle trompadas a un señor al que le dicen 'Mechuda', y seguro es por eso que Uribe le dice "marica". Mejor dicho, quieren chuzar hasta las babosadas de Poncho Rentería, so pretexto alguna resulte peligrosa.

Pero, como dice Ossuna, que se grabe no es lo grave. Lo grave en cada una de las interceptaciones clandestinas es que nos enteramos que convivimos en una sociedad de tramposos e impostores.

De hecho, previendo lo anterior y a riesgo de ser considerado un vil oportunista, buscaré ser miembro activo del CTI, con acceso a interceptaciones de correos y de celulares. Al mismo tiempo, y con semejante bagaje, buscaré impartir clases de Pragmatismo Político en colegios y universidades para preparar a mis estudiantes. Porque definitivamente, esto del periodismo, lo dejaré para más adelante.

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